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Día mundial de la salud: en cuarentena: Filosofía de vida para tratar de estar mejor


Neurociencias aplicadas para tratar de estar mejor: un caso real

El viernes 29 de octubre del 2010, estaba en casa al igual que ahora, cerca de las 22 horas, sufrí un Accidente Isquémico Cerebral Transitorio (AIT), el lado izquierdo de mi cuerpo se paralizó por complejo, no podía expresar lo que sentía, porque la zona del habla estaba inhibida de cumplir su función, los labios caídos expresaban los gestos de impotencia, lo notable es que todo esto sucedía en un plano conciente. El cuerpo con anterioridad me había avisado, la carga laboral que tenía en mis espaldas era excesiva y la emocional estaba superada por los acontecimientos de ese presente y por la proximidad de un importante acontecimiento, como lo es todos los años, la organización de la Cumbre Latinoamericana de Administración de Alta Gerencia, que organizamos con un equipo familiar minúsculo pero con mucho amor y profesionalismo; las cartas estaban echadas, los dados también, había que elegir blanco o negro y encontrar una razón para vivir.

El valor interior y el deseo de sobrevir, impulsaron al cerebro primario o reptílico a enfrentar el temor y no huir, el sistema de activación reticular ascendente (SARA) inició el circutio de recompensas hacia el cerebro límbico emocional, las amígdalas cerebrales filtraron esa información y no dieron paso al temor, miedo, angustia, ira, tristeza o el desprecio por el contrario habilitaron el circuito del hemisferio derecho en dirección hacia el laberinto de la alegría, concientemente entonces, comencé a pensar en toda mi familia, infancia feliz, recuerdos alegres, sonrisas, música alta y alegre; la información siguió subiendo de nivel y pasó al núcleo accumbens que le dió pasa a la libertad de elección de la corteza cerebral; allí las neuronas espejo y el frontal ventromedial, danzaron juntos en un coloquio racional y encontraron en la razón querer vivir la decisión motora de destrabar el circuito dañado transitoriamente; mientras esto sucedía los circuitos de información privilegiaban a los neurotransmisores positivos como lo son la serotonina, oxitocina y dopamina (en sus niveles adecuados) en contraposición al cortisol y otros neurotransmisores.

He vivido felizmente, haciendo lo que me gusta o haciendo que me guste aquello que hacía; soy un incansable inconformista, innovador y hacedor, soy lo que hago, para eso estoy, a través de la vida laboral, mantuve una filosofía positiva dónde aprender continuamente y avanzar hacia las fronteras del cambio ha sido una constante para encontrar formas de estar mejor, mientras tanto, sin saberlo, creaba en mi cuerpo una barrera sensible para prevenir el riesgo, no del estrés, sino de un "derrame cerebral" cuyas consecuencias hubieran sido otras y no estaría escribiendo esto ahora.

Los escaneos cerebrales que me hice esa misma noche, dicen que no quedaron secuelas, sin embargo, aunque el incidente duró una hora, fue mucha la información que se traspapeló en el laberinto de la memoria de los recuerdos, con el transcurrir del tiempo, alguna fue recuperada y otras gracias a los archivos externos de mi pc, fueron parcialmente recuperándose y día a día me sorprendo con ello.

El vídeo que pongo a continaución, es de un archivo de esa época, que estaba en formato Power point y que transformé mientras estoy en casa, en cuarentena, en un vídeo con locución propia. Espero que ello sirva para comprender que los caminos cerebrales se relacionan con la filosofía de vida, que todos tenemos problemas y que es nuestra percepción la que determina qué camino tomamos, cada uno de nosotros nace con lentes únicos y especiales para observar una información, hace foco, luego zoom y con ello filtró y pone en atención y concentración el sistema de aprendizaje; tuve suerte de que mis lentes, siempre observaran el camino positivo, si naciste con otros lentes, todavía estás a tiempo de cambiar aunque sea parcialmente, porque estar en casa, en cuarentena, es mejor que ...



Dedicado a mi familia y al amigo Martín Tetaz quien me impulsó a contar este hecho.

Estoy en casa trabajando, mis hijos me cuidan, estoy en casa, vivo y he vivido feliz.




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