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Cuando lo esencial es invisible a los ojos, pero es sensible

Interminables y peligrosas colas corrompen la cuarentena

La gente no decide por costo - beneficio, decide por necesitad básica de supervivencia, privilegia el beneficio y no calcula los costos, las larguísimas colas son la consecuencia de las inapropiadas inversiones bancarias y de salud realizadas en los el siglo pasado, agudizadas hasta el presente, la planificación estratégica falló, porque la inversión no se realizó en lo esencial, se invirtió mucho y mal en tecnología bancaria y casi nada en cuidado de la salud; se asignaron fondos en cajas invertidas, la salud social es una caja vacía que también alimentó a las cajas bancarias y la caja bancaria no encuentra la forma de manejar toda la información que el Big Data tiene.

Las consecuencias en Argentina están a la vista, colas interminables de gente con miles de personas que estando en cuarentena van a los bancos a cobrar su jubilación y/o asignaciones universales y especiales, que le demandan muchas horas de espera y proximidad, incrementando el riesgo precisamente en la población más vulnerable.

Acaso el Sistema Bancario no tiene el registro de la cantidad de personas que moviliza esta estrategia social de disponer pequeños fondos a gran cantidad de personas, acaso no disponen del número de personas que visitará cada banco, en cada ciudad, en cada sucursal; si esto fuera así, ratifico lo escrito precedentemente, pero, si disponen de esa información, lamento que la caja de salud esté vacía, porque con la ineptitud de quiénes dirigen el sistema bancario, hemos quebrado la cuarentena en plena cuarentena.

La visión estratégica (esencial) puede ser loable, pero han fallado en el desarrollo de la estrategia y/o en la implementación de la ella. Esta pandemia sorprendió al mundo, pero desnuda la falta de previsión o los errores de acción de quiénes conducen el sistema bancario. Mientras tanto, tenemos un sistema dónde no todos las personas disponen de tarjeta de acceso, otros muchos que no la saben usar, otros que no saben que hoy no tienen que ir, porque no están depositados sus fondos, unos pocos que están informados y no van asumir el riesgo de contagio y unos pocos como yo que además piden algo absurdo, que los bancos comprendan también que cumplen un rol social y que con su tecnología a pesar de la millonada invertida, no están a la altura de las circunstancias; un absurdo utópico mayor es mi pedido publicado en el blogeo anterior, "si tengo más de una tarjeta, no me importa de qué bancos sean, necesitamos exista una clave única de acceso para acceder a todas mis cuentas". Luego de ver en televisión las respuestas del Vicepresidente del Banco Nación, y más allá de las estrategias correctamente explicadas, creo que en esa entrevista, apreciado Matías, te faltó decir perdón, con esa palabra, todos hubiéramos comprendido mejor que esta pandemia es excepcional y única. Quizás al leer esto alguno me diga: ¡Claro con el diario del lunes es fácil; pero sucede que hoy es viernes y el diario del lunes todavía no salió, por ello, podemos volver a planear operativamente y mejorar lo hecho hasta el momento, porque lo estratégico todavía aunque es esencial, es invisible a los ojos.

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